En Metricson, tras trabajar y relacionarnos con numerosas startups y empresas tecnológicas a lo largo de los años, hemos notado una tendencia alarmante: los procesos de Due Diligence, en muchos casos, se han transformado en un trámite burocrático que causa frustración tanto a las empresas como a los inversores. Los procesos de Due Diligence están rotos porque hemos olvidado para qué sirven y, por el camino, hemos convertido una valiosa herramienta en un ritual puramente mecánico y sin sentido.
¿Por qué hemos olvidado el propósito de las Due Diligence?
Las Due Diligence son un proceso clave para evaluar los riesgos y oportunidades de una operación de inversión o adquisición. Pero, a menudo, la ejecución de estos procesos no está alineada con su verdadero propósito. Esto ha llevado a situaciones donde tanto las empresas evaluadas como los consultores terminan frustrados y, lo que es peor, los informes resultantes no ofrecen un valor claro para ninguna de las partes.
Nuestro principal aprendizaje es que los informes de Due Diligence se han convertido en un mal necesario porque los incentivos de las partes están desalineados y los beneficios son intangibles, cuando no inciertos.
Por un lado, las empresas analizadas (targets) pierden decenas o centenares de horas de personas claves de su equipo buscando información ińútil y justificándose frente a personas que no tienen interés en su negocio. Por otro lado, los consultores acaban defraudados porque no tienen forma de obtener la información que necesitan, por lo que los informes acaban siendo meramente cuantitativos, poco útiles y no reflejan la situación real de las empresas.
Por último, los inversores o compradores no suelen saber qué hacer con la información obtenida. Algunas veces la aprovechan para negociar a la baja el valor de la empresa target, otras deciden desestimar la operación por la relevancia de las contingencias detectadas y, en la mayoría de los casos acaban incluyendo manifestaciones y garantías (R&Ws) más o menos estándares y cada vez más exhaustivas.
Redefinimos el proceso de Due Diligence
Tras entrevistarnos con varias empresas para abrir un espacio de reflexión, vimos ciertos puntos que nos podían ayudar a volver a añadir valor a este proceso.
Precisamente a partir de este análisis, hemos empezado a tomar medidas para redefinir la manera en que se plantean y ejecutan los informes de Due Diligence:
No todas las Due Diligence son iguales
Segmentamos muy bien los distintos tipos de informes de DD, minimizando el coste y el impacto en el trabajo de las empresas target y maximizando el valor para el inversor/comprador., en función del objetivo.
El informe debe tener valor para todas las partes
Nos aseguramos de que el informe tiene valor para todas las partes, pero sobre todo para la empresa target, que es quien realiza la mayor parte del esfuerzo. Por eso, nuestros informes contienen recomendaciones claras, y planes de acción calendarizados y o que los hacen fáciles de implementar.
Hacer bien la checklist inicial
Esto puede suponer un 50% del éxito del proyecto; muchos consultores elaboran listados enormes y estándares, que requieren de un esfuerzo absurdo por parte de las empresas analizadas. Una buena checklist reduce fricciones y nos permite enfocarnos en las materias relevantes. En Metricson personalizamos las checklists iniciales para concentrarnos en materias relevantes.
Recurrir a la tecnología para optimizar el tiempo
Hay muchas soluciones basadas en tecnología que reducen tiempos; la inteligencia artificial es capaz de detectar patrones y contingencias muy difíciles de identificar manualmente, pero hay que formular las preguntas adecuadas y obtener la información mínima necesaria. Por este motivo, utilizamos tecnología y procedimientos propios y de terceros, que nos permiten ser mucho más ágiles con la obtención y revisión de la información.
Una Due Diligence adaptada a las necesidad de cada compañía
Ok, hemos creado nuevos procesos e implantado nuevas soluciones tecnológicas para simplificar y agregar valor a las Due Diligences. Pero esto no es todo, ni mucho menos.
También innovamos en la tipología de informes de Due Diligence que ofrecemos al mercado. Así, junto con los típicos informes de inversión o adquisición (vendor’s due diligence), hemos creado Due Diligence verticales que permiten resolver dudas y detectar problemas en ámbitos críticos pero poco explorados como:
- autodiagnóstico o red flags: son informes dirigidos a empresas -no a compradores o inversores- que quieren descubrir y evitar los riesgos asociados con su crecimiento y maximizar su valor en una operación futura. Es un informe sencillo, con recomendaciones concretas y un plan de acción para acelerar al máximo la puesta al día y el cumplimiento de los requisitos legales.
- due diligence financiera: análisis en profundidad de la solvencia y sostenibilidad de la empresa, así como los principales ratios e indicadores económicos que nos permiten analizar su gestión y capacidad de afrontar retos futuros.
- due diligence tecnológica: cuando el activo de una empresa está basado en su tecnología, cualquier análisis es incompleto si no incluye la escalabilidad, y mantenibilidad de la tecnología.
- ESG e impacto: cada vez más empresas se preocupan por la sostenibilidad y son más responsables y respetuosas. Al mismo tiempo, cada vez más inversores están sometidos a estrictas reglas para considerar sus operaciones como de impacto (artículos 6, 8 y 9 SFDR). Este informe está dirigido a analizar el cumplimiento de estos requisitos.
- IA + IP: las empresas que desarrollan, implantan, utilizan o explotan de cualquier otra forma herramientas basadas en IA están sometidas a riesgos específicos por la forma de entrenarlas y aprovecharlas en su operativa diaria. Este informe detecta estos riesgos y propone medidas correctivas para asegurar el correcto cumplimiento de las leyes vigentes.
Ahora te presentamos nuestro nuevo servicio de Due Diligence, totalmente profesionalizado con diferentes opciones y teniendo en cuenta las diferentes verticales, que te ayudará a conseguir el objetivo que estás buscando, enfocando nuestro trabajo en conseguir la información que necesitas y entregarte un documento que sea realmente útil para ti.
Artículo escrito por:
Socio director
Sobre Metricson
Metricson es una firma pionera en servicios legales para empresas innovadoras y tecnológicas. Desde su nacimiento en 2009, ha asesorado a más de 1.400 empresas de 14 países distintos, incluyendo startups, inversores, grandes corporaciones, universidades, instituciones y gobiernos.
Si quieres contactar con nosotros para cualquier aspecto de asesoramiento legal, no dudes en escribirnos a contacto@metricson.com. ¡Estamos deseando hablar contigo!